A pesar de los contratiempos de COVID-19, empresario inmigrante continúa buscando oportunidades para su negocio y comunidad
Siendo una inmigrante de primera generación, Anahi Rojas sabe una que otra cosa sobre cómo buscar oportunidades.
Anahi, propietaria de Professional Eco Cleaning en Oakland, Calif., se mudó a los Estados Unidos hace trece años para buscar nuevas oportunidades económicas que le mejoraran su vida y la de su familia en México. En un principio, Anahi trabajó como mesera pero pronto se dió cuenta que la barrera del lenguaje sería un problema. Un tiempo después, se involucró en cooperativas de limpieza de casas en la que se convirtió en socia y en donde aprendió sobre administración de negocios y desarrolló sus estrategias de resolución de conflictos.
Ella dice, “Oportunidades para las minorías son escasas. Es difícil darse cuenta de que las hay. Cuando vienes a Estados Unidos como un inmigrante, te dicen que no tienes opciones y no puedes ser emprendedor.”
Después de trabajar cinco años en cooperativas, Anahi decidió abrir su propia pequeña empresa con valores cooperativos en el 2017. “Mi propósito es ayudar más mujeres latinas inmigrantes para que estén en posiciones de liderazgo y puedan crecer profesionalmente,” dice Anahi.
Durante sus primeros años como propietaria, su empresa creció en un promedio de 185% anualmente y aspiraba a un mejor año de crecimiento en el 2020. Adquirió un préstamo a principios de este año para alquilar un espacio de oficina y contratar más personal.
Ella explica, “Para nosotras, el 2020 iba a ser el sueño, un año de expansión! En Febrero contraté una Gerente de Operaciones, y en Marzo contrate a otra persona para crear un tercer equipo de limpiadoras. Pero a causa de la pandemia, mis clientes empezaron a cancelar en Marzo, y para cuando llegamos a mediados de ese mismo mes, tuve que cerrar.” Sin embargo, ella aplicó a un préstamo con la organización sin ánimo de lucro Kiva, el cual conecta a empresarios de bajos recursos con prestamistas en línea. Este préstamo le permitió pagarle a sus empleadas por un mes, pero después de que se agotaran sus fondos estaba de vuelta al inicio.
Anahi siguió explorando otras opciones y aplicó al Programa de Protección de Pago de Cheques (PPP) y a los Préstamos para Agravios Económicos por Desastres (EIDL)—un proceso que le tomó casi un mes. Anahi dice, “El proceso fue difícil y frustrante. Se sentía como una burla a los propietarios de pequeñas empresas.”
Ella buscó orientación en su comunidad para completar los formularios y pudo obtener el auxilio económico. Sin embargo, el préstamo no le cubriría sus dos nuevas empleadas debido a las pautas reglamentadas. A pesar de este contratiempo, ella perseveró y se matriculó en clases gratuitas ofrecidas a propietarios de pequeñas empresas durante la crisis de COVID-19. En un concurso organizado por la Universidad de Berkeley, su proyecto ganó el segundo puesto, el cual le premió un plan de negocios de un año para modificar su empresa durante la crisis actual.
Tres meses después de que cerró su empresa y de nuevo sin capital, Anahi tomó la decisión de abrir las puertas de su negocio. Sus empleadas trabajan voluntariamente y toman las precauciones necesarias para evitar que se enfermen y propaguen la enfermedad. Ella explica, “No nos quedan recursos. Ha sido un lento regreso al trabajo ya que solo el 10% de mis clientes han regresado. Ahora recibí una auditoría de compensación de trabajadores y debo $18,000.”
Aun así, ella tiene una perspectiva positiva. “Nos enseñan a manejar organizaciones, a trabajar para los dueños y a seguir órdenes. Pero no nos enseñan a ser empresarios. Si, COVID-19 nos está afectando pero somos empresarios y tenemos la capacidad y la resiliencia para seguir luchando. Este es el momento para unirnos y apoyarnos mutuamente y regresar aún más fuertes que antes.”
Anahi Rojas trabaja con organizaciones de defensa de pequeñas empresas como Small Business Majority y Prospera para apoyar a empresarios y propietarios de pequeñas empresas como ella. Únase a la lista de propietarios y defensores de pequeñas empresas de todo el país quienes han firmado esta carta para urgir a nuestros miembros del Congreso a que apoyen las pequeñas empresas durante y después de la pandemia de COVID-19.